miércoles, 9 de abril de 2008

UN MAR DE FUEGUITOS


Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.

A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.

No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores.

Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.

Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman;

pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.
Visto en el blog de Edgardo Donato
Para Maria por su fuegito deslumbrante.

7 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Maria dijo...

Una vez ví una foto de la tierra desde el espacio y resulta que era exactamente como dices, muchos fueguitos pegados.

Anónimo dijo...

creo que la descripción de lo mas ajustado a la sensación de energía que siempre e creído que existe en el interior de cada uno de nosotros mismos.

Saludos maria aprovecho , je je .

Marian dijo...

Que bonito esto de los fueguitos, es cierto que cada uno tenemos nuestra propia luz, unos más brillante que otros.
Besito mreina.

Anónimo dijo...

Qué bonito!!!!
Si, coincido con Marian en que cada uno tiene su propia luz, su brillo propio; pero también creo que cada uno elige cuánto "alumbrar". Por éso me encanta la última frase "otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende."
Creo que así deberíamos tratar de vivir!!!
Besos
Fabi

Anónimo dijo...

gracias, mami, porque si soy un fuego deslumbrante es gracias a la enegía que me dais papa y tu todos los dias!!Os quiero!!

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.