martes, 26 de agosto de 2008

SANOS Y SALVOS


Ya estamos en casa, sanos y salvos por poco. En plena autopista un coche rojo decide saltarse la linea continua a gran velocidad porque el desvío que ha de tomar se lo ha saltado, nos embiste provocando que nuestro coche pierda el equilibrio, gire como una peonza y nos desplazamos fuera de la carretera en dirección contraria. Parte de la carroceria del coche rojo salta por el asfalto pero no se detiene, no sabe que nos ha podido pasar, desaparece. Afortunadamente estamos bien y nuestro coche apenas tiene daños.

Puedo decir que la suerte estaba con nosotros: Buen control de la conductora, nervios de acero de los pasajeros (ni un solo grito), nos salimos de la carretera en uno de los pocos sitios donde hay un amplio arcén y durante el impacto no circulaba nadie a nuestro alrederor.

Nos felicita la guardia civil por la buena suerte que hemos tenido, asombrados miran las huellas de ruedas y los restos de la carroceria del otro coche, amablemente nos incorporan a la autopista y todo queda en un susto.

Todos nos preguntamos como alguien puede provocar algo así y continuar viaje, como el hombre puede ser el mas solidario en caso de gran catástrofe, (11M) y el mas indiferente en pequeñas tragedias. ¿es cuestión de número de victimas?¿tal vez si la responsabilidad de lo ocurrido es de otro no nos importa asumir parte de la consecuencia de la acción?

Coche rojo con tus tres ocupantes, deseo sinceramente que esta experiencia te sirva para analizar las consecuencias de tus decisiones y que pudieras llegar a casa sin novedad, abrazar a los tuyos y dormir tranquilo.