domingo, 4 de noviembre de 2007

EMOCIONES: COLERA



Todos, en algún momento, hemos sentido cólera, alguien nos ha sacado de nuestras casillas, generalmente ese alguien nos conoce bien o ha acertado con nuestro "punto débil", si nosotros también hemos sacado de quicio a la otra persona, es mejor que uno de los dos guarde la calma, de no ser así, perderemos los papeles y la razón. El daño causado a la relación es muchas veces irreparable.

Cuando nos dejamos llevar por la cólera:
  • Se nos nubla la cabeza y perdemos de vista el contexto de la discusión.
  • Magnificamos las palabras con gritos y expresiones que tienen como intención la aniquilación del otro.
  • Adoptamos gestos y miradas que cortan como cuchillos.
La cólera o la paramos a tiempo o no hay quien la pare y para detenerla, antes de que sea irremediable, nuestro cuerpo nos alerta: sentimos opresión en el pecho, calor en la cara, se nos agarrota la garganta...lo mejor...contar hasta diez, veinte, treinta...todo lo que necesitemos para no dejarnos arrastrar.
Y si es el otro el que está colérico, retirarnos, no entrar en esas aguas tan revueltas. Afortunadamente el estallido de la cólera no dura mucho, para algunos se considera un estado de locura transitorio.
Lo que empieza en cólera acaba en vergüenza. Benjamín Franklin

1 comentario:

Anónimo dijo...

"La violencia es el último recurso de los incompetentes"
(Isaac Asimov).
"Un amigo ofendido es el más encarnizado enemigo".
(Thomas jefferson.