domingo, 23 de noviembre de 2008

SOMOS LOS HIJOS MALDITOS DE LA HISTORIA


Todos los fines de semana hay que lamentar la muerte violenta de algún chico a manos de otro u otros. Reflexionando sobre el tema me digo que esta generación de jóvenes han sido educados por padres que no supieron o pudieron poner límites, tampoco les inculcaron el nivel de frustración necesario para afrontar los problemas que trae la vida. Nosotros los padres nos encargamos de que al niño no le falte de nada, toda petición o exigencia se cubre sin tardar, nada de esperar a cumpleaños o notas, si lo quieres lo tendrás y ahora. No acuso a nadie, me miro a mí misma y miro a mi alrededor, a los cercanos.
En estos minutos de la película EL CLUB DE LA LUCHA, se describe como se ven a sí mismos los chicos.Os recomiendo la película para verla en familia, puede darse un diálogo muy interesante.

13 comentarios:

Pedro Estudillo dijo...

Si sólo fuesen los padres todo sería mucho más sencillo, pero la sociedad entera es la que educa o maleduca, en este caso, con lo que la labor de los padres se complica enormemente.
En tiempos anteriores, la sociedad no era tan competitiva ni tan holgada en cuanto a bienes materiales, de ahí que nuestros padres lo tuviesen más fácil para educarnos.

La película la he visto y, tienes razón, refleja muy bien el mundo tan violento y competitivo en el que estamos inmersos.
Un beso.

Drago dijo...

Estoy de acuerdo con Pedro. Todos somos responsables de la educación de los niños y jóvenes. Me parece que tomar conciencia del problema es el primer paso para hallar vías de solución.
Gracias por la recomendación y por interesarte por este tema tan importante.
Un saludo.

genialsiempre dijo...

Bueno, todos estamos de acuerdo cuando tratamos el tema, pero luego...nadie hace nada, y en cuanto llega el hijo volvemos a las andadas. Por amor?, pues nos estamos equivocando.
Creo que alguien debería dar ideas nuevas educacionales, teniendo en cuenta el momento actual y la sociedad en la que vivimos, porque, siendo justos, tampoco podemos aislar a los hijos, el problema como siempre es la vara de medida.
No me quiero extender más, pero el tema daría para escribir horas

Jose María

Josep dijo...

Hola¡
Estoy a favor de Pedro, por lo menos al principio.
"Si sólo fuesen los padres todo sería mucho más sencillo, pero la sociedad entera es la que educa o maleduca"
¡Si señor¡
Yo he vivido en una ciudad grande y ahora en un pueblo.Lo digo porque puedo ver la diferencia claramente.
En un pueblo como este, -4000 habitantes-, nos conocemos todos y los niños son un poco de todos, y entre todos los educamos.Y además os diré que se hace sin querer.
En una ciudad es imposible.Es muy despersonalizada.
La actitud que se tiene en un pueblo, se refleja mejor que en otros lugares(tampoco se hacen milagros, claro) pero es otra cosa.
Un abrazo.

Maria Luisa dijo...

No se quien tiene la culpa, nosotros,la sociedad, la vida que llevamos, las prisas, pero creo que no hemos hecho bien los deberes.
Un beso.

Miguel Ángel Velasco Serrano dijo...

Tod@s parece que coincidimos en la denuncia, incluso en algunos o muchos de los diagnósticos. Donde estamos despistad@s es en la manera de aplicar un determinado tratamiento. ¿Será que no lo hay?
También podría ocurrir que no quisiéramos encontrarlo para no rebajar nuestro nivel adquirido de "sano progreso".
Sinceramente, no sé qué decir. Empiezo a pensar como lo hacían mis padres cuando yo tenía 16 años y me decían: "No sabemos qué quieres".
Estoy seguro que ellos hicieron todo lo que pudieron desde donde lo hicieron, posguerra incivil y tal.
Ahora no estoy tan seguro de que estemos aprovechando sanamente lo que tenemos.
De todas maneras, muchas gracias ama de casa curiosa por ponerlo una vez más ahí delante de nosotr@s.

Fernando Manero dijo...

Cada vez me resisto más a lanzar grandes teorías para explicar situaciones concretas que, aun siendo críticas, no son generalizables, ya que aparecen cuestionadas por numerosas excepciones. No creo que se pueda imputar a los padres mayores cuotas de responsabilidad que las que tiene el dificil contexto en el que se desenvuelve la juventud actual y la presión mediática a favor de la cultura del sálvese quien pueda. La capacidad para discernir y actuar correctamente en ese panorama exige niveles de preparación y fortaleza como nunca han existido, por lo que el esfuerzo debe ser grande y no siempre compensado por el éxito que se pretende. De ahi la frustración en la que viven muchos jóvenes que no consiguen las metas que se plantean después de estudiar y de trabajar duro. ¿Dónde está la responsabilidad de que las cosas sean así?. Ni vagamente en la sociedad ni vagamente en los padres tolerantes y condescendientes. Creo que la razón, o al menos una de ellas, está en el afianzamiento de una cultura excesivamente competitiva que discrimina a quien no se sujeta a una jerarquía de valores que prima la especulación sobre el esfuerzo, la listeza sobre la inteligencia, la arrogancia sobre el respeto, el individualismo frente a la solidaridad y la cooperación. Con todo, hay jóvenes que sobreviven a este contexto y lo dignifican con su trabajo y sus sensibilidades.

Marian dijo...

Es muy importante saber decir NO a tiempo, cuando uno no tiene límites al final cree que todo vale y no distingue lo que se puede y lo que no, es un problema educacional, la pena es que algunas veces pagan las consecuencias otros inocentes.
Un abrazo.

el escríba dijo...

..si ,,el tio tenia un oficio que sacaba beneficio,el reciclar grasa humana para hacer jabón, je je. El trasfondo de la peli tiene muchas lecturas,la que yo hago es la necesidad de pertenecer a algo en este caso el club de la lucha. En familia!! ...si hay pequeños ya no se puede ya que emana sangre a raudales. un abrazo!

Concha Barbero de Dompablo dijo...

Totalmente de acuerdo contigo. El culto al hijo es excesivo, y me miro también a mí misma. Evitamos que aprendan a superar dificultades y a aceptar situaciones que no les gusten, pero que les convengan.

Afecto, todo el del mundo, pero límites... también los necesitan.

Por otra parte, en los colegios se les enseña, pero no se les enseña a aprender, que diría Claudio Naranjo...

Veré la película, Gracias.

CarmenS dijo...

Tienes razón, hay que poner límites. Hace ya muchos años una profesora de escuela infantil me avisó del peligro que corrían los niños de entonces: no les ponen límites, me advirtió. Hay que saber decir que no. Luego la realidad te impide ser dura, caes en la tentación de ceder... Y algunos chicos se convierten en dictadores con sus padres. Y se frustran tremendamente cuando el mundo, que no es tan comprensivo ni tan tolerante como sus padres, les dice que no.

Garfield dijo...

Buena película para verla todos juntos. Algo hacemos mal y algo la sociedad también hace mal para que esto esté pasando, todos tenemos que poner un granito de arena o esto se nos irá de las mano. Un saludo


(hoy he conocido tú blog hoy y me gusta como lo llevas)

Isabel dijo...

Se nos va de las manos la educación de los niños, a veces son "pequeños tiranos" maleducados.
Es un tema muy fuerte, para debatir.
precisamente hoy, yo he escrito algo sobre este asunto.
Muy buena tu reflexión. Un beso