lunes, 1 de septiembre de 2008

CIUDAD DE VACACIONES CIUDAD DE DISCUSIONES





Playa perfecta, hoteles de lujo, mil y una ofertas de ocio gratis, maravillosos jardines para pasear......pero...las familias pasean con caras tristes, en los restaurantes no hay conversación en la mesa, si gritos de niños y miradas perdidas de mayores, estarán cansados de tanta playa, me digo, pero no, en la playa también discuten entre sí y con los vecinos de sombrilla. He presenciado escenas en las que podría haber intervenido la policía: toda una familia (padres y hermanos) pegándole al hijo de ventitantos y abandonandolo en la calle, buenas cachetadas a los niños y contestaciones a los mayores que cualquier periodista publicaría como maltrato.

Venticuatro horas de convivencia no permiten escapatoria, nos ponen delante realidades que no vemos el resto del año: niños, abuelos, cuñados, hermanos, nosotros mismos.

Me pregunto ¿qué necesitamos para ser felices? creo que podríamos empezar por una buena revisión de nuestras relaciones, incluida la que mantenemos con nosotros mismos.








10 comentarios:

Fernando Manero dijo...

Si, por principio, no es fácil ningún tipo de convivencia, que requiere tolerancia, saber afrontar los problemas con inteligencia y mucho aguante, imagínate en un ambiente propenso a las tensiones cotidianas. Por eso pasa lo que pasa. Las vacaciones suelen ser momentos propicios a las rupturas, a las depresiones y a la mala uva. Convivir sin tensiones es un arte al alcance de muy pocos.

Unknown dijo...

Y es que en esos momentos, en los que no estamos escondidos detrás de la rutina, en los que se nos cae la venda para ver lo que nos rodea, es cuando nos damos cuenta de cómo estamos y de lo que está a nuestro alrededor.
Por otro lado planteas el tema de las relaciones con la familia: cuñados, primos, padres... A veces pienso que mantener ese tipo de relaciones impuestas por la cultura, son un error si no hay respesto, ni puntos en común, pero una bendidión cuando lo hay.
Es verdad que la primera buena relación que deberíamos tener, es la de nosotros con nosotros mismos. Si ésa fuera buena, según mi opinión, nos respetaríamos más y no aceptaríamos tantas situaciones, que por inercia, nos llevan a conflictos, al principio internos, y más adelante con los otros. Pero llevar a cabo, aunque sea con paz, lo que tu conciencia te dicta, tiene un precio y hay que estar dispuesto a pagarlo y si no, pues a seguir como siempre.
Todo depende de lo que sea más importante para ti en ese momento, de lo que te aporte más.

Un saludo y gracias por el blog. Muy interesante.

Drago dijo...

Cuando las vacaciones se tornan rutinarias y aburridas, es que necesitamos TRABAJAR!!!.
Creo que la convivencia es algo bonito cuando se lleva bien, pero un infierno cuando las cosas se tuercen. Hay que planificar las actividades y darnos un respiro unos a otros. Eso de estar juntos está muy bién pero hay momentos de recogimiento que hay que respetar y fomentar.
Saludos

Vintage dijo...

tal vez es q necesitamos un poco estar con nosotros mismos un tiempo
muakkkkkkkk

Oon dijo...

Hola guapa! gracias por pasar por mi blog.Te comento que en las vacaciones convivimos más con los nuetros y salen a flote los problemas que en el resto de año , quedan ocultos por las prisas y la inercia de la rutina diaria , saludos!

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Devuelvo tu amable visita a mi blog, y tu comentario sobre la entrada de Génesis.

Fuiste muy amable.

Cuando tenga más tiempo, te prometo que voy a hacer una visita en profundidad a tu blog.

Te mando un cordial saludo.

Jess ʚïɞ dijo...

Qué triste pero es así. Creo que es verdad que necesitamos primero aprender a convivir con nosotros mismos, y estar en paz para poder hacerlo con los demás. Es difícil la convivencia, pero no se trataba de disfrutar?

Pedro Estudillo dijo...

Buscar la felicidad fuera de nosotros nunca da buen resultado. Lo primero es lo primero.
Un beso.

Maria dijo...

Solo el pensar en pasar 24 horas sobre 24 con las mismas personas me produce urticaria, je je. No me extraña que las demandas de divorcio aumenten más en Septiembre que en el resto del año.

Isabel dijo...

La convivencia es difícil, y cuando estás en casa, vas a trabajar,y tienes tus espacios, pero de vacaciones, son 24 horas juntos, y a veces se rompe el buen rollo que deberías tener con los tuyos. Todos debemos poner de nuestra parte para que esto no ocurra. Un beso